
Como es tradicional cada 25 de julio, los vecinos de San Asensio y visitantes esperan el inicio de una batalla que inundará el pueblo riojalteño de su bien más preciado; el llamado Vino Clarete. 30.000 litros del líquido son donados por las cooperativas y bodegas de la zona para que los soldados carguen cualquier tipo de instrumentos que serán convertidos en inofensivas armas contra un numerosísimo enemigo: todo aquel que pase por alrededor. Esta tradición no es muy antigua, ya que sólo se realiza desde 1977 dado que los socios de la “Peña Clarete” dispararon sus primeros claretazos durante el transcurso de un almuerzo festivo...
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